El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, expresó el pasado miércoles rotunda y explícitamente en sus declaraciones el máximo respeto a la actitud de los patrones de las Rías Bajas que se encuentran en huelga de hambre, a la vez que pidió el máximo respeto para los que están trabajando en la zona. Por tanto, es absolutamente tendencioso el titular de EL PAÍS del 19 de diciembre en el que se afirma que "Cascos critica a los huelguistas de hambre y los opone a quienes se vuelcan contra la marea", porque trata de atribuirle una falsedad.
Las declaraciones realizadas por el ministro de Fomento son literalmente las siguientes: "Mientras unos están en huelga de hambre para reclamar esos medios, otros están volcándose con su capacidad de trabajo y poniendo a disposición de todas las operaciones de suministro todo lo que está al alcance de la capacidad técnica y humana de la Xunta de Galicia, de las autoridades del Ministerio de Fomento, de la Dirección General de la Marina Mercante, de las Capitanías Marítimas, la Sociedad Sasemar de Salvamento y otras muchas cofradías y muchísimas organizaciones.
Yo respeto muchísimo esa actitud, no seré yo jamás ni en este ni en otro caso quien rechace o critique las formas que cada uno elija para expresar sus reivindicaciones o sus reclamaciones, pero espero que eso también se haga compatible con el respeto al reconocimiento de todos los que están en estos momentos haciendo un esfuerzo extraordinario, un esfuerzo sobrehumano, para dotar en tiempo real de los medios necesarios a todos los que están en estos momentos luchando por paliar las consecuencias de la catástrofe".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de diciembre de 2002