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La UE reforma la política pesquera, pero garantiza las ayudas hasta finales de 2004

Francia y España consiguen frenar el plan de reconversión que defendía Fischler

Los ministros de Pesca de la UE aprobaron ayer noche, tras una dura negociación, la reforma de la política pesquera comunitaria que entrará en vigor el próximo 1 de enero, y que se ha diluido respecto a la propuesta inicial realizada por la Comisión Europea. Las ayudas a la reconversión se mantienen hasta finales de 2004. Los 15 países miembros también llegaron a un acuerdo para el reparto de las capturas de pesca en 2003, en el que se han suavizado los recortes. España, que mejora sus cuotas sólo en merluza, se opuso junto con Francia al plan inicial de Bruselas.

El acuerdo alcanzado ayer desbarata el plan inicial propuesto por la Comisión Europea para reducir el esfuerzo pesquero de la flota comunitaria hasta un 60%. El comisario europeo de Pesca, Franz Fischler, reconoció en cualquier caso que la reforma que se ha aprobado "es la más ambiciosa en la historia", porque considera que en dos años "estarán desmanteladas definitivamente" las ayudas a la renovación de la flota, porque se mejoran los sistemas de control de la actividad pesquera y se abre la posibilidad para que se apliquen sanciones efectivas contra los que violen las reglas.

Pero los cambios introducidos por los ministros de Pesca de la UE son tan grandes que, como indicaron fuentes de la negociación, "han dejado tocada la reforma original". La intención de Fischler de acabar desde el próximo 1 de enero con los apoyos públicos a la construcción y modernización de buques y con la financiación comunitaria para constituir sociedades de capital mixto que permitan exportar barcos hacia países terceros se borró del mapa. Los fondos estarán garantizados hasta finales de 2004, lo que significa que se deberán presentar antes de esa fecha las solicitudes para poder beneficiarse de los subsidios.

Requisitos

Además, se deberán cumplir una serie de requisitos basados en el tamaño de los barcos. Para ello se introduce un doble coeficiente de reducción de la capacidad pesquera que obligará a desguazar una tonelada por cada nueva construida cuando el barco no rebase las 100 toneladas (15.000 buques en España). Y se tendrán que desguazar 1,35 toneladas cuando el barco supere las 100 toneladas. Los países que programen nuevas ayudas entre 2003 y 2004 deberán reducir un 3% la capacidad global de la flota si no lo han hecho ya.

Las ayudas para la modernización se limitarán a los buques con más de cinco años de antigüedad y sólo deberán utilizarse para incrementar la seguridad de los barcos, y nunca para mejorar su rendimiento en la mar. Respecto a las sociedades mixtas, se podrán acoger a financiación comunitaria sólo cuando los acuerdos se alcancen con países que tengan firmados tratados pesqueros con la UE.

Los únicos países que votaron en contra fueron Alemania y Suecia. Incluso Reino Unido, que mantuvo hasta el final las espadas en alto frente a España y Francia, optó por aceptar el compromiso. El ministro de Pesca, Miguel Arias Cañete, aseguró que no será necesario desguazar "ni un solo buque" porque la reducción del 3% que se exige "ya se ha realizado". "Hemos dado la vuelta a las propuestas de la Comisión y al final Fischler no ha tenido más remedio que moverse", afirmó Cañete, quien añadió que hay aún 102 millones de euros disponibles para gastarlos.

Capturas

La negociación de la reforma de la Política Pesquera Común se vinculó al tradicional mercadeo anual entre los Quince de las capturas pesqueras en aguas comunitarias. La flota española podrá pescar en 2003 las mismas cantidades de anchoa y de bacaladilla que este año. Las capturas de merluza en los caladeros en los que faena los barcos españoles se incrementan un ligero 2,3%, hasta las 12.891 toneladas.

Pero en el resto de las especies de interés económico para el sector pesquero español se producirán recortes sustanciales en las capturas si se comparan con las de este año, aunque también es cierto que se han conseguido suavizar las reducciones propuestas por la Comisión Europea la semana pasada.

La disminución más grande en 2003 la sufrirá la flota dedicada a la pesca del rape, un 20,4% respecto a la cuota asignada a España para la campaña que está a punto de concluir.

La reducción es del 14,9% en la caballa; del 12,9% para la cigala; del 12,4% para el gallo y del 5,9% en el jurel. Aún así, el ministro español de pesca considera el resultado "razonable" porque "permite garantizar" la actividad de la flota española ante un panorama que se presentaba muy difícil a raíz de las propuesta de Franz Fischler. Los incrementos son considerables para la pesca de atún blanco en aguas internacionales y en el resto de especies se mantiene prácticamente igual.

También se ha reconocido el derecho para que la flota española pueda acceder libremente a los recursos pesqueros en el Mar del Norte, que está limitada desde la adhesión de España a la Comunidad Europea en el año 1986.

En la negociación llevada cabo en su día, España no logró el establecimiento de cuotas en estos caladeros para especies como el rape, rodaballo, raya o jurel, por lo que se reserva el derecho de reclamarlas ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de diciembre de 2002