El lehendakari , Juan José Ibarretxe, hizo ayer un llamamiento a acudir a la manifestación contra ETA convocada por él mismo para mañana en Bilbao. Ibarretxe no atendió al emplazamiento realizado por el vicesecretario general del PP, Jaime Mayor Oreja, para que demostrara por medio de varios posibles gestos, que su llamamiento responde a un impulso antiterrorista y no forma parte de su plan soberanista: se limitó a realizar una petición de participación ciudadana, tras señalar que la manifestación no es "de políticos para políticos". "La sociedad vasca es la protagonista", afirmó. Hoy será el portavoz del Gobierno, Josu Jon Imaz, quien haga una nueva llamada.
Ibarretxe dijo que se dirige a todos los que creen que "es tiempo de paz, diálogo, política, acuerdos y soluciones", a "esa sociedad que va a decidir en paz su futuro", para pedirles que acudan mañana a Bilbao, tras el lema ETA Kanpora (Fuera ETA) a decir "no a la muerte y a la tiranía de las pistolas", ya que "es únicamente el pueblo de forma democrática y pacífica quien decide el futuro", dijo. También afirmó que éste "no se escribe con asesinatos, ni violencia ni amenazas. El futuro se escribe en libertad, y la sociedad vasca va a decidir, vamos a decidir nuestro futuro en paz".
Las condiciones del PP
La decisión del PP de no acudir, supeditando su presencia al cumplimiento por parte de Ibarretxe de alguna de sus condiciones (que no pacte los Presupuestos con Batasuna; que retire el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Partidos o la querella contra el juez Baltasar Garzón; que apoye la demanda de ilegalización de Batasuna o, que promueva la disolución del grupo parlamentario de la suspendida Batasuna) ha puesto en evidencia ciertas diferencias en el seno de ese partido en el País Vasco. Éstas se manifestaron ya con la negativa a acudir a la convocatoria del lehendakari a partidos e instituciones para explicar su plan de libre adhesión. El diputado general de Álava, Ramón Rabanera, se inclinaba por guardar las formas y atender la cita, pero, sometido a la decisión del partido, boicoteó el encuentro.
Ahora tanto Rabanera, como el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, y la portavoz en el Ayuntamiento de San Sebastián, María San Gil, los tres candidatos del PP, han dejado ver su disposición a acudir, aunque siempre advirtiendo a Ibarretxe de que no intente aprovechar la marcha como un mojón más en su camino soberanista.
Como el PP, también ha desdeñado la convocatoria el partido foralista Unidad Alavesa, también por desconfiar de las intenciones últimas de Ibarretxe. Pero entre las ausencias destacada sobre todo, por su poder movilizador, el sindicato mayoritario en Euskadi, ELA, que ronda los 100.000 afiliados. Esta central consideró que la manifestación de mañana "es un retroceso político" por estar convocada sólo "en clave antiterrorista".
El recelo alcanza también a los socialistas, que, no obstante, estarán mañana en Bilbao. Ayer, el secretario general del PSE-EE de Álava y miembro de la ejecutiva federal del PSOE, Javier Rojo, dijo que su partido acudirá para rechazar el terrorismo y defender el ordenamiento jurídico y el Estado de Derecho concretados en la Constitución y el Estatuto. Rojo invitó a los ciudadanos a acudir con ese espíritu e insistió en una advertencia que todos los portavoces socialistas repiten estos días: que Ibarretxe no trate de "maquillar" la marcha e interpretarla como un espaldarazo ciudadano a su propuesta.
El grupo parlamentario socialista en la Cámara vasca presentó ayer una pregunta para que Ibarretxe explique por qué convocó la manifestación tras el comunicado de ETA que atacaba su plan y no dos meses antes, cuando en otro documento la banda amenazó sedes y actos públicos del PSE y el PP y a las personas que acudieran a ellos.
A la manifestación también acudirán Gesto por la Paz, ¡Basta Ya! y el movimiento por el diálogo Elkarri, entre otras plataformas. La patronal vasca, Confebask, que criticó duramente la propuesta de libre asociación de Ibarretxe, le ha dado también su apoyo, lo mismo que el rector de la Universidad del País Vasco, Manuel Montero, con la que el Gobierno vasco mantiene unas relaciones muy tirantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de diciembre de 2002