Trent Lott, el político republicano que movía los hilos del partido, anunció ayer su dimisión como líder del Senado y, con ello, el principio del fin de su carrera. Lott había pronunciado unos comentarios que se interpretaron como favorables al segregacionismo. Su colaborador más cercano había formalizado la petición de un referéndum interno de confirmación y la Casa Blanca no le había echado la única cuerda de salvamento que podía haberle permitido seguir. De ese modo, Bush sacrifica la cabeza de uno de sus principales estrategas para evitar que el escándalo de tintes racistas acabe por salpicarle.
Lott, de 61 años, destapó fantasmas del pasado en la fiesta que celebraba los 100 años del senador Strom Thurmont, a la que asistió todo un elenco de personalidades. En su discurso de despedida, Trent Lott dijo: "Cuando Thurmont se presentó como candidato a presidente, le votamos, y estamos orgullosos de haberlo hecho. Y si el resto del país hubiera hecho como nosotros, no habríamos tenido tantos problemas a lo largo de todos estos años". Thurmont se presentó a presidente en 1948 bajo la bandera del segregacionismo. La prensa investigó su biografía y encontró declaraciones para alimentar la polémica. Lott se había opuesto a convertir el día de Martin Luther King en fiesta nacional.
Lott se negó a pedir disculpas hasta que vio su cargo en peligro. Entonces, cambió de postura y se adentró en un purgatorio de disculpas y arrepentimiento que culminó con su participación en la cadena afroamericana Black Entertainment, en la que prometió defender los derechos de los negros.
A Lott le han faltado amigos o le han sobrado enemigos. Su número dos, Don Nickles, pidió una consulta para renovar a su jefe o para escoger a un sustituto, que podía ser él mismo. Ayer, Nickles parecía apartarse de la carrera con su apoyo a otro candidato, Bill Frist, un aliado cercano a Bush. Históricamente, el líder de la mayoría en el Senado marca la agenda política del país. El 6 de enero se elegirá a su sucesor. En su nota de despedida, dijo que se marchaba para que pueda avanzarse "en la mejor agenda política para el futuro del país". El presidente dijo respetar la decisión de Lott, que seguirá ocupando un discreto escaño de senador.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de diciembre de 2002