Tony Blair pidió a las tropas británicas que se preparen para una eventual guerra en Irak y se disculpó de la incertidumbre que sufren los soldados movilizados, en el tradicional mensaje navideño retransmitido ayer. "Siento la incertidumbre, pero temo que es inevitable porque en este preciso momento no sabemos si se juzgará que Irak ha infringido la resolución de Naciones Unidas", dijo en su intervención en la emisora de las Fuerzas Armadas.
"Lo importante ahora es hacer todos los preparativos necesarios para poder llevar a cabo esta misión en la región, si recae en nosotros emprenderla", añadió en el mensaje más directo de que la guerra puede comenzar en un par de meses. Este semana, Londres confirmó el fletaje de barcos comerciales para el transporte de equipamiento militar al Golfo.
Sin llegar a declarar que Irak ha violado la resolución de la ONU, Blair dijo sentirse "profundamente escéptico" del informe presentado por Sadam Husein a los inspectores de armas. "Deben asegurar que el armamento de destrucción masiva puede destruirse y, si lo hacen, se evitará la guerra", dijo.
La pelota está en campo iraquí y una respuesta en falso de Sadam desencadenará el conflicto, al que todavía se oponen una mayoría de diputados y de la opinión pública británicas. Para Blair, la vía para lograr la "cooperación adecuada" del régimen iraquí pasa por la amenaza "del uso potencial de la fuerza". En su mensaje navideño, indicó su predisposición a recabar una nueva resolución de la ONU antes de la guerra. "Estaremos preparados a usar la fuerza para asegurar que se han desarmado de todas las armas químicas, biológicas o potencialmente nucleares", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de diciembre de 2002