Tolosa es reconocida gastronómicamente principalmente por sus alubias negras y sus pastelerías y confiterías. Una de las más históricas es Casa Eceiza, (fundada en 1924 y regida en la actualidad por la tercera generación de la misma familia), en cuyo cartel se subraya con orgullo: "Maestros pasteleros".
Uno de sus estandartes lo constituyen sus cigarrillos y tejas. Pero, como toda empresa, la exigencia del renovarse o morir es aquí también válida. Desde hace un par de años se encuentra, sin renunciar a sus clásicos, en plena fase de renovación y adaptación a las nuevas corrientes de la repostería. Uno de los culpables de esta revolución es el repostero de Eibar Iñigo Murua, que durante nueve años fue responsable de repostería de restaurante donostiarra Urepel para luego enseñar repostería y cocina de la Escuela Superior de Cocina de San Sebastián
En casa Eceiza se han creado (además de nuevos turrones y trufas) una gama de tartas y raciones individuales elaboradas artesanalmente y que se suministran congeladas. De esta forma el cliente las descongela antes de servir y se pueden terminar una comida con un postre personal (además se sugiere, en un folleto adjunto, la salsa o el helado más adecuado para acompañar). Desde la histórica tarta Sacher o el tiramisú a las muy actuales de queso fresco y mango, de chocolate blanco con fruta de la pasión o el pastel de café irlandés.
Casa Eceiza. Avda de Pamplona , 12.; Tolosa (Guipúzcoa). Tel: 943 67 13 99.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de diciembre de 2002