En los últimos años, Georges Moustaki ha pasado de ser un cantautor francés vitalmente comprometido con su entorno a convertirse en un personaje entrañable. Su aire de viejo luchador, su sonrisa traviesa y cercana y su eterno color blanco en la vestimenta forman parte de ese presente / pasado bañado por la melancolía en el que vive una parte de la música, y su Métèque se ha convertido ya en una melodía tradicional. Las visitas del cantante a Barcelona han sido frecuentes, y esta noche vuelve con una actuación en el Palau de la Música Catalana que forma parte de la programación del Festival del Mil.lenni.
Este año el festival se presenta bajo el lema de músicas que llegan al corazón, una magnífica descripción para hablar de la música de Georges Moustaki y su aceptación entre el público catalán. Curiosamente, Moustaki es el único cantautor de habla francesa que visita asiduamente los escenarios catalanes. Esta relación se remonta a algo más de tres décadas ya que la pasada temporada Moustaki celebró los 30 años de su primera actuación en Barcelona, precisamente en el mismo Palau de la Música que esta noche acogerá nuevamente su poesía soñadora.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de diciembre de 2002