El Gobierno y las Fuerzas Armadas ocuparon militarmente cinco petroleros durante su intensa ofensiva para reventar la huelga de Petróleos de Venezuela (PDVSA), recuperar la flota mercante, el bombeo y las exportaciones de crudo. La toma del emblemático Pilín León, con 44 millones de litros de gasolina, asestó un golpe psicológico a la oposición. "Es la alegría del tísico. Es gasolina para un par de días", reaccionó la coalición empeñada en la renuncia de Hugo Chávez o elecciones anticipadas desde el comienzo del paro que hoy entra en su cuarta semana.
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"PDVSA está resucitando", festejó ayer el jefe de Gobierno. "Vamos de victoria en victoria". "¡Zarpooooó, zarpó, zarpó, zarpooooó!, ¡Zarpó el Pilín León! ¡Victoria popular!". Una concentración oficialista vitoreó a la nueva tripulación, venezolana, del petrolero bautizado con el nombre de la belleza nacional ganadora del concurso Miss Mundo de 1981. La arremetida castrense contra los transportes en paro adscritos a la empresa estatal, la mayoría en una flota de 21, incluye nuevos pilotos, y siguió al dictamen del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que ordenó la reactivación de la gigantesca empresa del Estado.
"Las Fuerzas Armadas lo harán cumplir", según advirtió el jefe de la Armada, Fernando Camejo Arenas. "La verdadera nacionalización del petróleo empieza ahora", manifestó el gobernante después de anunciar una profunda purga en la dirección huelguista de PDVSA, reducida al 25% de su capacidad, según los huelguistas. Paralelamente, las tripulaciones de los tres cargueros abordados por los militares fueron conducidas a los juzgados y liberadas después.
El primero que la secundó, constituyéndose en buque insignia de la protesta, zarpó desde el lago de Maracaibo, a 500 kilómetros de Caracas, hacia el puerto donde descargó la gasolina que aliviará, durante algunos días, las gasolineras más secas del oeste venezolano. "Son paños calientes", desdeñó el gerente de Planificación de PDVSA, Juan Fernández, portavoz de los sublevados. "¿Qué diría a las personas que se puedan sentir un poco deprimidas?", le preguntó una periodista de Globovisión, en el bloque opositor. "Que al Gobierno le falta reactivar 17.900 pozos petroleros, 1.400.000 barriles de procesamiento en las refinerías, producir 5.000 millones de pies cúbicos de gas por día, y efectuar 170 movimientos de buques para esta fecha. Y sólo ha habido cuatro".
Los oficiales del Pilín León depuestos fueron recibidos y aplaudidos por los suyos con el grito de combate de la oposición: "¡Ni un paso atrás!". El capitán agradeció su solidaridad: "Lo mío sólo fue un granito de arena".
El Gobierno transformó la ocupación de los petroleros en una gran campaña propagandística y la cadena oficial de televisión emitió jubilosas cuñas sobre el rescate. Tratando de desmoralizar a una oposición que se dijo inasequible al desaliento, el programa dominical Aló presidente fue emitido desde el principal centro de distribución de combustible del estado de Miranda, donde fuerecuperado el Pilín León. "A partir de mañana [por hoy] empezamos a bombear hasta llegar a los tres millones de barriles diarios", dijo Chávez. "A cada cochino le llega su sábado".
La oposición conoció la toma de su petrolero insignia durante una conferencia de prensa dada por Carlos Ortega, presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), que promueve el paro con la cúpula empresarial y una agrupación de partidos y organizaciones sociales. Visiblemente airado, exclamó: "En este instante hay una intervención directa del Gobierno cubano en los asuntos internos del país, y no lo vamos a permitir. No puede ser que se permita eso en Fuerte Tiuna [sede de las Fuerzas Armadas]".
Juan Fernández admitió después que no había cubanos entre la tripulación. "¡Te quitaste la careta, Chávez! ¡Pagarás muy caro esta traición contra Venezuela!", había amenazado el líder sindical, en el flanco duro de la oposición.
El parte presidencial fue triunfalista: "Se han arreglado los sistemas informáticos" de PDVSA, y ocho buques navegan con 3,08 millones de barriles de crudo de exportación. En condiciones normales son 2,5 millones diarios. La paralización del corazón de la economía del quinto país exportador de petróleo, fue posible porque sus operaciones esenciales responden a claves informáticas y fueron bloqueadas por los gerentes.
La oposición negó veracidad a los datos divulgados por Chávez, que compareció en el talk-show político de Cadeneros, tocado con un casco de trabajador petrolero, bromeando y burlándose de sus contrarios. "¡Gooool del Pilín León!", gritó, regodeándose, cuando el majestuoso buque cruzaba el puente de Marcaibo, en imágenes reproducidas por el canal oficial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de diciembre de 2002