Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Un colombiano, asesinado de una cuchillada en su casa de Arganzuela

La víctima, de 32 años, vivía desde 1997 en Arganzuela

Jorge Eliecer Torres Toledo, un colombiano de 32 años, fue hallado muerto de una cuchillada en el costado en su domicilio del distrito de Arganzuela. La empleada de la limpieza del inmueble encontró rastros de sangre en el descansillo y la puerta de la vivienda abierta, por lo que avisó a la policía. La casa de Torres, donde vivía desde hace unos cinco años, estaba totalmente revuelta, por lo que los investigadores no descartan el robo. La víctima estaba desnuda, tumbada en la habitación principal.

Eran las 12.30 cuando la empleada de la limpieza fregaba el descansillo de la tercera planta del número 4 de la calle de las Peñuelas, a 100 metros de la glorieta de Embajadores. De repente, encontró un reguero de sangre que iba hacia la vivienda de Jorge Torres, en la letra D. La mujer tocó a la puerta con la fregona y llamó un par de veces a Jorge, sin obtener respuesta. "Me he asustado mucho porque la sangre continuaba hacia dentro. He salido corriendo y he avisado a la policía", explicó la empleada, una inmigrante ecuatoriana que limpia los lunes y los jueves desde hace un año y medio.

La mujer bajó a la calle y telefoneó a la policía. Acudieron en dos coches agentes de la comisaría del distrito de Arganzuela, que subieron hasta la vivienda de Torres. Pidieron la presencia del vecino del tercero B, Javier Ortega, para que estuviera con ellos cuando entraran en el piso. A su entrada, los agentes y el vecino hallaron todo el interior revuelto. "Me ha dado tanto miedo que les he dicho a los policías que me quedaba en el salón", explicó Ortega.

Los policías hallaron a Torres desnudo, caído en el suelo de su habitación y con una cuchillada en la parte izquierda del abdomen, según fuentes policiales. Estaba rodeado por un gran charco de sangre. El forense sitúa la muerte entre 10 y 12 horas antes de ser encontrado, es decir, entre la medianoche y la dos de la madrugada. "A esa hora todo estaba muy tranquilo, en un gran silencio", explicó Javier Ortega. Los policías no hallaron el arma homicida en la vivienda. La policía cree que el asesino de Torres era conocido o amigo de éste, ya que la puerta de la vivienda no estaba forzada, según fuentes de la investigación.

Torres llevaba unos cinco años viviendo en el inmueble. Nunca había dado problemas y resultaba una persona muy amable. "Vivía con un amigo con el que entraba y salía de vez en cuando. También venían amigos y conocidos suyos. Ponían la música muy baja", explicaron los vecinos. Otros conocidos señalaron que su compañero de piso, también extranjero, se había marchado el pasado lunes a su país de origen para pasar las navidades con su familia.

Algunos conocidos explicaron que la víctima era muy aficionada a la magia negra, el vudú y el tarot. Su casa estaba llena de motivos de santería, según ellos.

Desde principios de año, son 64 las personas que han muerto de forma violenta en la región. Nueve de ellos han sido inmigrantes colombianos (incluyendo a Torres). En todo el año 2001 se registraron 97 homicidios en la Comunidad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de diciembre de 2002