Un total de 40.000 personas en todo el mundo participaron el pasado día de Navidad en las múltiples comidas que organiza la Comunidad de San Egidio. Comidas para pobres, ancianos, extranjeros, vagabundos y niños abandonados, como la celebrada en la basílica barcelonesa de los Sants Just i Pastor (en la fotografía), pero también comidas de hermandad y compañía para los prisioneros de Mozambique e Indonesia. La comunidad ha promovido otros ágapes en Manresa, El Salvador y Roma, en un intento de satisfacer las necesidades, no sólo de comida, de cuantos las tienen en diversos puntos del mundo. Un intento, explica la propia comunidad, de sustituir el clima de tensión y conflicto que reina por doquier por un espíritu de concordia y amistad. Parte de la comida procede de donaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de diciembre de 2002