El cuento no es un género con el que Juan Marsé (Barcelona, 1933) confiese sentirse cómodo. Probablemente por ello, de los últimos 50 años sólo se conservan 13 relatos breves escritos por el autor y que ahora Espasa ha recopilado dentro de su serie Colección Austral. Enrique Turpin, especialista en literatura española contemporánea, se ha encargado de la edición de estos Cuentos completos, en los que "se recuerdan y se sitúan las obras de Marsé en el panorama literario de la segunda mitad del siglo XX", dice Turpin.
Editor y editado (Turpin y Marsé) se han reunido en Barcelona junto a sus lectores para presentar y comentar esta edición de los cuentos. "No soy un especialista en el cuento, ni me considero un maestro de cuentistas", advierte Marsé antes de responder a las preguntas. Sólo tres de estos relatos se habían publicado anteriormente en un libro, Teniente Bravo. Recuperar la otra decena de obras que componen el volumen de Espasa ha supuesto un "problema casi inalcanzable", explica Turpin, ya que se encontraban repartidos por distintas publicaciones periódicas, muchas de ellas ya desaparecidas.
"Había cuentos que estaban extraviados y muy bien extraviados. No puedo explicar de forma coherente la evaluación de estos relatos. La cocina del escritor siempre está llena de humos y olores extraños. Pues bien, la cocina de los primeros cuentos disponía de pocos instrumentos y la de los últimos está llena de sabores" contesta Marsé.
El autor publicó sus primeros cuentos en 1957, en la revista Ínsula. Al igual que en sus novelas, los argumentos de sus relatos breves incluyen elementos de literatura social, el ambiente de la Barcelona de posguerra y la interrelación entre los actores de las distintas capas sociales. Para Enrique Turpin, los cuentos Teniente Bravo, Historia de detectives y El caso del escritor desleído, forman los mejores ejemplos de la labor de Marsé dentro de este género.
Para realizar esta compilación el editor ha realizado un estudio detallado de la obra de Juan Marsé junto a un análisis de los elementos diferenciadores de sus relatos. El propio autor se ha encargado de revisar, corregir y ordenar los textos. "Siempre me ha gustado corregir, encontrar esa frase que si la desmontas y vuelves a montar funciona mucho mejor", dice el escritor. "Reúne 50 años de producción fijados como Marsé consideraba que debían estar. Se trata de una edición comprometida, por el compromiso personal del autor con la literatura y su compromiso moral con la sociedad", afirma Turpin.
Juan Marsé rechaza la idea de desvelar los episodios reales que se cuelan dentro de su literatura. "No aclara nada para el lector saber qué elementos de la realidad hay en una obra", afirma. El autor hace, sin embargo, una cesión dentro de esta cuestión y aclara que Teniente Bravo fue una experiencia que él mismo vivió en Ceuta mientras cumplía su servicio militar. "Fue una historia que conté a largo de 20 años en las sobremesas. Cada vez que la contaba le iba añadiendo elementos, introducía situaciones ficticias, hasta que me decidí por fin a escribirla", cuenta el escritor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de diciembre de 2002