La Dirección, la Gerencia y la Dirección de Enfermería del Hospital General Universitario La Paz son responsables directos de la actual disfunción del centro. El Servicio de Urgencias padece de forma crónica una demanda asistencial que supera con creces los recursos materiales y de personal disponibles. Este hecho se agrava en estas fechas, llegándose a situaciones de auténtico caos. Enfermos pendientes de ser evaluados y de ingreso ya decidido situados en los pasillos, estancias prolongadas y de hospitalización rutinaria en el servicio de Urgencias por inexistencia de camas...
Todo ello año tras año, como un adorno navideño más. Y año tras año, las respectivas direcciones no sólo no han propuesto soluciones, sino que contribuyen a agravar aún más la situación.
De hecho, cierran camas no sólo de hospitalización general, que ya es grave, sino, y esto es inaudito, de críticos (Unidad Coronaria), de servicios especiales, hospital de día maternal... Además, no se cubren bajas, no existe transparencia ni rigor en la escasa contratación de personal, de hecho no existe bolsa de trabajo en el centro, y no existe plantilla destinada a incidencias.
Denunciamos una vez más esta situación porque, de nuevo, la ética lo exige.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de diciembre de 2002