LA R 1.200 CL SE puede definir como una custom-cruiser porque se basa en la R 1200 C, la custom de BMW, a la que se han añadido los detalles necesarios para convertirla en una viajera exquisita y lujosa. Las mejoras han elevado el precio hasta 16.590 euros, 2.347 más que su hermana, pero está justificado.
La R 1200 CL es más que una moto grande. Tiene un tamaño espectacular y destaca por su enorme carenado-parabrisas, que gira con la dirección e integra cuatro ópticas simétricas. Los asientos son dos auténticos butacones y el baúl trasero cumple como un magnífico respaldo. Y sorprenden sus ruedas porque monta unas llantas más pequeñas de lo habitual, pero con unos neumáticos enormes en anchura y altura, una solución que refuerza el aspecto macizo y descomunal de la CL 1200. Además hay que resaltar la calidad y acabado impecables de todos los elementos: maletas, mandos, puños...
AL DETALLE
TURISMO CON CALMA
La R 1200 CL está pensada para las interminables autopistas y los límites de velocidad de Estados Unidos. Es una moto muy suave y confortable, pero también pesada y lenta: en ciudad se nota que pesa más de 300 kilos, aunque tiene un asiento bajo que ayuda a moverla parada sin mucho esfuerzo. Y en carretera ofrece un comportamiento neutro y estable, gracias en gran parte al buen trabajo de las suspensiones. Todo esto hace que muestre sus mejores virtudes cuando se viaja sin prisas en autopista: gran capacidad de carga y protección, buena autonomía y excelente confort y para disfrutar con sosiego del paisaje.
POTENCIA LIMITADA
El motor es el bicilíndrico Boxer de 1.170cc que monta la custom. Rinde unos discretos 60 CV a 5.000 vueltas que son suficientes para una "Custom" pero justos para una "Cruiser", pensada para viajes largos. La respuesta a bajo y medio régimen es perfecta, sobre todo porque el "medio régimen" de esta moto es casi su tope. Y la novedad es el cambio de seis marchas, más suave y silencioso que el anterior y con una sexta que hace de "marcha extra": alcanza la velocidad máxima (162 km/h) a sólo 4.000 vueltas y permite circular a ritmos legales gastando poco más de seis litros. El chasis y las suspensiones son los habituales de BMW: horquilla Telelever delante y Paralever atrás. Y monta unos frenos a la última que destacan por su potencia: sistema EVO integral (servoasistencia electrónica) y un ABS opcional muy recomendable, aunque de tacto brusco a baja velocidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de diciembre de 2002