El reloj de la Puerta del Sol está a punto para anunciar la llegada del nuevo año con total precisión gracias a la labor desempeñada por los relojeros Losada, maestros en el mantenimiento de esta máquina, de cuya conservación se ocupan desde 1997.
Jesús Losada, uno de los responsables, explicó que "tres técnicos lo visitan dos veces por semana durante el año". Cuando falten 28 segundos para las doce de la noche del día 31, la bola del reloj descenderá en ocho segundos para anunciar que se pone en marcha. A continuación sonarán los cuartos y comenzarán las campanadas, que se prolongarán durante 36 segundos (tres por cada campanada).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de diciembre de 2002