Recorrer Europa durante tres meses en autocar, contar lo que ves a la vez que dejas que los demás vean cómo miras y te comportas. Ése es el principio de Ça roule (Esto marcha), título provisional de una emisión que se dispone a producir el canal francoalemán Arte. "Los participantes serán ocho, chicos y chicas, de entre 19 y 26 años, de cualquiera de los países de la Unión Europea, capaces de hablar como mínimo dos o tres idiomas de la UE y de manejar una cámara de vídeo digital", explican en Morgane Productions, sociedad que ha presentado el proyecto a Arte.
El invento pretende acabar con la pasividad voyeurística de la telerrealidad. "La idea es que el deambular por Europa les sirva a los ocho jóvenes para ofrecernos una serie de minirreportajes sobre los lugares que visitan, la gente que conocen, las instituciones que descubren. No serán el mero objeto de nuestra mirada, sino que ellos también nos propondrán la suya".
El autocar en que se embarcarán, los meses de marzo, abril y mayo, servirá de vivienda y de lugar de trabajo para esos aprendices de periodistas audiovisuales europeos. "Un equipo exterior filmará a los jóvenes, nos mostrará cómo viven y discuten, cómo aprenden a trabajar en equipo". El objetivo no es captar las tensiones que puede generar la larga convivencia en un espacio reducido ni espiar los vínculos que puedan establecerse, sino ver cómo se descubre la diversidad del continente al tiempo que su unidad.
"Para elaborar el proyecto hemos tenido en cuenta un estudio encargado por la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea que se interesa por saber lo que hay de común y de diferente entre los jóvenes del continente". El resultado no ofrece grandes sorpresas: les gusta ver televisión, escuchar música, charlar con los amigos y navegar por Internet. En su conjunto creen en la noción de "ciudadanía europea", tienen problemas para abandonar el hogar familiar y se mantienen al margen de la vida asociativa. Las mayores diferencias remiten a ciertos valores morales y éticos -aborto, fidelidad en materia sexual, actitud ante el sida o los problemas generados por la emigración-, pero también a temas de comportamiento -más práctica deportiva en el Norte que en el Sur, por ejemplo-.
El trayecto del autocar dependerá de los propios viajeros, pero también de los productores. La lista de sugerencias de Arte es insólita, pues incluye la escuela de suegras de Roma, un centro de terapia a través de la risa de Barcelona o el museo Abba de Estocolmo. "Los temas son menos importantes que los asesores que proponemos, gente conocida y capaz de guiar a los jóvenes por el laberinto de cada ciudad o región". A su manera, Arte se dispone a seguir con su labor de construcción europea, proponiendo una manera común de hacer televisión en la que la curiosidad no se confunde con el cotilleo ni el dejarse filmar con una explosión de impudicia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de diciembre de 2002