Varios centenares de taxistas salieron ayer a las calles de Valencia para protestar por la inseguridad con la que desarrollan su trabajo. La marcha, que se inició con una concentración en las Torres de Serranos, también pretendía ser una muestra de solidaridad con el taxista asesinado hace unos días en Barcelona y con otro apuñalado recientemente en Valencia, según el presidente de la Federación Sindical del Taxi (convocante de la movilización), Félix Cañego. La comitiva realizó una pitada ante la Delegación del Gobierno para después atravesar la calle de Colón. Los taxistas piden a la Administración más dinero para que en "uno o dos años" todos sus vehículos dispongan de GPS o de mampara de seguridad, dos sistemas que ahora tienen 1.100 de los más de 3.000 taxistas de la ciudad. También quieren más vigilancia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de diciembre de 2002