Veintisiete presos murieron ayer por causa de un incendio en una cárcel de la ciudad de Golestán, en el noreste de Irán, según informó la agencia de noticias iraní, Irna. El incendio, provocado por un cortocircuito, se produjo esta mañana y, "desafortunadamente, causó la muerte de 27 personas y otras 50 resultaron heridas", dijo el director provincial de prisiones, Abbasali Arab, citado por la agencia. También indicó que todas las víctimas son varones de entre 20 y 69 años, y que el incendio ocasionó importantes pérdidas materiales. Asimismo señaló que los heridos fueron trasladados a varios centros hospitalarios cercanos, y que las autoridades han abierto una investigación sobre el siniestro.
Un responsable de asuntos políticos y de policía de la provincia de Golestán, Hosein Rafati, señaló que el incendio había dañado considerablemente la estructura de la prisión. Las cárceles iraníes están superpobladas y la superficie disponible para cada interno apenas supera el metro cuadrado. Según los datos oficiales iraníes, las prisiones están capacitadas para albergar a 70.000 presos y actualmente las ocupan al menos 170.000. La delincuencia ha aumentado exponencialmente en los últimos años en Irán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de diciembre de 2002