Una propuesta de lo más sencillita: estaría bien que durante un año en el municipio y en la Comunidad de Madrid se dejaran de poner las bombillitas de Navidad (ya que estamos en Navidad, remontémonos a sus orígenes -humildad-, porque, además, son horribles y las ponen en noviembre).
De paso, sería interesante dejar de tirar tanto petardo y tanto fuego artificial en fiestas, que si malo es el botellón con el ruido, peor es esto, que encima lo pagan los pobres vecinos que no duermen. Y, por último, viendo los grupos musicales que traen las concejalías a las fiestas, casi sería mejor gastarse el dinero en alguna banda municipal. Y así, con el dinerito que sobre, se crean más becas o algo parecido y utilizamos el dinero de los contribuyentes con un espíritu mucho más navideño.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de diciembre de 2002