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Los efectos del vertido en Francia | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

Francia lleva ante el juez el 'caso Prestige'

Chirac reclama a Prodi que acelere la persecución de los "sinvergüenzas" del mar

La fiscalía de Brest, competente en materia de contaminación marítima en la zona atlántica francesa, ha abierto una investigación judicial destinada a sancionar a los responsables del naufragio del petrolero liberiano Prestige, una vez que la marea negra ha comenzado a llegar a las costas galas. La decisión fue confirmada ayer por el palacio del Elíseo. "Hay que identificar de inmediato a los responsables de esa catástrofe ecológica para buscarlos y sancionarlos", declaró la Presidencia de la República. El fiscal del Estado en Brest, François Nicot, subrayó que ha abierto una investigación judicial, una vez identificados los productos contaminantes. La infracción cometida puede ser castigada con 300.000 euros de multa y dos años de cárcel, agregó.

La batalla judicial y material contra el fuel está en marcha, pero también la política. El presidente de la república, Jacques Chirac, telefoneó a Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, para pedirle que "acelere las proposiciones que la Comisión tiene que presentar a partir de la iniciativa franco-española, de la que quedó constancia en la cumbre de Copenhague, para imponer más honestidad y transparencia en un sistema marítimo que admite que sigan trabajando auténticos sinvergüenzas de los mares". Esta llamada no fue acordada con las autoridades españolas, según fuentes francesas citadas por Europa Press.

Mientras, Francia se prepara para la lucha contra el fuel. El 22 de noviembre, tres días después que el Prestige se hundiera, los ayuntamientos y prefectos (subdelegados del Gobierno) de las zonas costeras del Atlántico ordenaron a distintos notarios que levantasen acta del estado de todas las playas y de la costa gala, a fin de poder demostrar su limpieza antes de la probable llegada de la marea negra. En 1978, el naufragio del Amoco Cádiz ante las costas bretonas le costó a la petrolera que había fletado el barco, tras sentencia dictada en 1992, 1.225 millones de francos (más de 30.000 millones de pesetas de la época), creando un precedente judicial que determina los pasos a seguir a la hora de presentar reclamaciones.

Uno de esos pasos previos es una certificación de que las playas estaban limpias y luego no. Hasta ahora, el Prestige ha manchado 17 kilómetros de costa francesa, salpicando con bolas de hidrocarburo emulsionado, grisáceo y pegajoso, una zona que va desde la playa de la Biscarrosse, en las Landas, hasta la isla de Rè, justo al norte del puerto medieval de La Rochelle.

Para la zona de las Landas, que comprende unos 230 kilómetros de playas de arena blanca -paraíso de los surfistas y de casi tres millones de turistas adictos al camping y al naturismo-, la amenaza de una marea negra intermitente es muy inquietante, puesto que más de 45.000 empleos de la zona dependen del atractivo de la "otra costa", tal y como se autodefinen los hoteleros de la fachada marítima de Aquitania para publicitarse como alternativa a la Costa Azul.

Y eso que lo peor aún flota en el golfo de Vizcaya. El prefecto de Aquitania, Christian Frémont, afirmó ayer que "el próximo fin de semana va a ser largo, muy largo", ya que los elementos naturales parecen jugar a la contra: "El fuel se oculta entre dos aguas, aparece disperso en pequeñas bolas, los vientos son fortísimos y las mareas muy altas. Me temo que tenemos crisis para rato".

La ministra de Medio Ambiente, Roselyne Bachelot, resumió el estado de la situación: "Estamos en orden de combate desde hace varias semanas pues el plan Polmar-Tierra está vigente en los departamentos de Pirineos Atlánticos y las Landas desde el 22 de noviembre, y desde ayer también en el de la Gironda. Esta crisis no es de la misma naturaleza que la del Erika [hundido en las Navidades de hace tres años], porque es una contaminación de otro tipo, menos masiva, más difusa, y puede que más dañina".

Aunque los bomberos, el Ejército, voluntarios bien encuadrados y los servicios municipales ya están dispuestos para recoger el máximo de chapapote, "el trabajo a realizar será propio de hormiguitas, y requerirá perseverancia. Cuando el mar se calme los barcos intentarán bombear el máximo de fuel posible", según Frémont.

La flota está lista

Los siete navíos aparejados por la Marina Nacional para encarar la marea negra a más de 200 kilómetros de las costas francesas esperan poder salir hoy si los vientos, de más de 140 kilómetros por hora, amainan. El departamento de la Vandée, justo al sur de la Bretaña, dispone ya de flota propia, de 30 barcos y 210 marinos, financiada por la región, y desde el 10 de diciembre ha puesto en marcha la fabricación de 600 barcazas de usar y tirar, capaces de acumular hasta diez toneladas de fuel en una única faena.

Pese al clima de alerta, han sorprendido las medidas adoptadas por algunos alcaldes y prefectos, como la prohibición de acudir a las playas. "Se trata de evitar que, por inadvertencia, los voluntarios para participar en la limpieza de las playas contribuyan a enterrar bajo la arena bolas de chapapote", explicó el alcalde de Cap-Ferret, Michel Smarcelli.

Esa localidad está en la bocana de la laguna de Arcachon, principal centro ostreicultor de Francia con sus 350 empresas y más de 1.000 trabajadores fijos. "De momento, los análisis demuestran que las ostras están en perfecto estado". Para Marc Druard, presidente del gremio de cultivadores de ostras, lo más tranquilizador ahora sería "poder ver ya los filtros flotantes instalados alrededor de nuestros cultivos".

Protestas ecologistas

Por su parte, los ecologistas del partido Les Verts, con representación parlamentaria y miembros de la anterior mayoría gubernamental, han recordado la urgencia de crear "puertos refugio" que deberían "estar repartidos a lo largo de la costa y bien indemnizados para asumir, en nombre del interés colectivo, un papel difícil, como es el de evitar que el alejamiento de la costa del navío a la deriva acabe por provocar mareas negras más graves". Sin nombrar a nadie, Les Verts ponen en la picota la decisión del ministro español de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, de renunciar a remolcar el Prestige hasta un puerto.

Mientras, la LPO (Liga de Protección de los Pájaros) ha recuperado en las Landas 150 pájaros manchados de chapapote, un tercio de los cuales ya ha muerto. "Las gaviotas alquitranadas llegan siempre a las playas antes que la marea negra pero son su avanzadilla", declaró Alain Bougrain-Dubourg, presidente de la LPO.

El surfista más popular del País Vasco francés, el futbolista Bixente Lizarazu -lateral de la selección de su país, del Bayern de Munich y antiguo jugador del Athletic de Bilbao- se ha declarado dispuesto a convertirse en "el Che Guevara de la lucha en defensa del medio ambiente". El futbolista se ha mostrado "indignado" ante la evidencia de que "el mar es una zona en la que no se respeta el Derecho", por lo que ha reclamado "una legislación draconiana que nos evite una catástrofe ecológica inimaginable e irreversible". Lizarazu, de 33 años, desea crear su propia "asociación ecologista" cuando abandone el deporte.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de enero de 2003