No me extraña que en el resto de la comunidad autónoma hagan chistes sobre los vizcaínos y nuestra chulería. Si seremos chulos que nuestra Diputación hasta se permite el lujo de regalar 1.000 millones al Athletic. Y si para compensar este gasto hay que pensar en alguna otra manera de incrementar los ingresos, ¡no hay problema!. Hagamos que las familias de los discapacitados psíquicos paguen el doble y hasta el triple por llevar a sus hijos a centros de día y residencias.
Hasta para fijar los precios, los vizcaínos tenemos que ser los más chulos. Al menos, las instituciones de Álava y Guipúzcoa tienen más vergüenza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de enero de 2003