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VISTO / OÍDO

Busismos

Traduzco así este insistente neologismo. La agencia Efe dice "bushismos" al informar de que "bushism" entra en la Universidad del Lago Superior (Michigan), en la lista de 23 del año nuevo, entre las hipérboles, frases absurdas o gastadas, clichés o tópicos. Son los errores emitidos por Bush. El vocablo está extendido, y el Diccionario urbano, un libro dedicado entero al busismo, define: "Una serie de palabras incoherentes y obvios errores gramaticales hechos por un funcionario importante o una personalidad del Gobierno". Hay una lista en Corpus Tyranicus Research Institute (corpust.com) como: "No cabe duda de que para una dictadura todo es mas fácil" o "África es una nación que sufre increíbles enfermedades".

Hay giros prosódicos: "Cuando se trata de energía nuclear o reactores nucleares, Bush la pronuncia como 'nuclear', pero si se trata de armamento, especialmente el que esté en manos del 'eje del mal', el presidente la pronuncia como 'nuquelar" (Efe). La BBC recoge busismos: le divierte uno en el que dijo "barifas y tarrieras" por tarifas y barreras (terriers and barriffs por tariffs and barriers), y la franqueza con que se refirió a un discurso suyo: "No tenía la menor idea de lo que estaba diciendo". En Washington Post se ha publicado un poema compuesto sólo con busismos.

Quien haya llegado aquí habrá comprendido que lo que me gustaría traducir por busismo es aznarismo, que he empleado alguna vez con el sentido peculiar de gobernar de una forma que no es más difícil que la dictadura. El aznarismo verbal tiene la ventaja de su extensión al Gobierno y afines: editorialistas, columnistas, portadistas. Aznar es de repetición, y repite las frases que ama tres o cuatro veces mientras frunce el ceño de quien maldice y rebana imaginariamente con la mano pescuezos enemigos. Pero ¿gana a Fraga? ¿Álvarez Cascos?

(En los confidenciales: El Mundo ha cambiado los aznarismos, y Aznar ha pedido a Berlusconi que utilice sus acciones para despedir a Pedro J. Ramírez, la "rata que abandona el barco", según Anson (la rata que permanece en la bodega), que cobraría los 7.500 millones de pesetas de su contrato blindado, que es lo que está buscando, y dirigiría un periódico nuevo, El Universal, de Barcelona).

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de enero de 2003