Hola, me gustaría que me hicieseis un pequeño favor que me ayudaría mucho. Bueno, me presento: soy la nieta de un anciano que está en la residencia Medinaceli de Villanueva del Pardillo. Mi abuelo se quedó viudo hace poco tiempo y por eso está muy solo y deprimido. Es muy creyente y le vendría muy bien que un cura fuese a la residencia. Pero mis padres han ido a pedírselo al cura, han hecho miles de cosas y no lo consiguen.
Mi abuelo está débil y en silla de ruedas y no puede ir a ninguna iglesia. Espero que esta carta ayude a mi abuelo y todos los de Medinaceli, porque supongo que no sólo mi abuelo lo necesita...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de enero de 2003