El motor de la economía estadounidense, el consumo, muestra preocupantes signos de estancamiento en la época que es, tradicionalmente, la más activa en ventas de todo el año: la Navidad.
El motor de la economía estadounidense, el consumo, muestra preocupantes signos de estancamiento en la época que es, tradicionalmente, la más activa en ventas de todo el año: la Navidad.
Las grandes cadenas estadounidenses están deprimidas ante unos resultados que rematan tres años de estrepitosa caída. Desde el 9,5% interanual que aumentaron las ventas en los meses de noviembre y diciembre de 1999, el consumo no ha hecho más que retraerse: 4% en 2000; 2,3% en las navidades del año del 11-S, y un magro 1%, según las estimaciones, en las que acaban de terminar.
Las razones de esta caída en las ventas son diversas, y no están relacionadas con una deserción de los consumidores. Uno de los principales motivos del descenso en facturación está en que la temporada de rebajas ha comenzado antes: este año ha habido un 15% de mercancías rebajadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de enero de 2003