El presidente estadounidense, George W. Bush, condenó "en los términos más firmes" el doble atentado suicida de ayer en Tel Aviv y aseguró que se trataba de un "brutal acto de terror", según informó la Casa Blanca. "Algunos quieren hacer descarrilar el proceso de paz, pero el presidente no se dejará disuadir", declaró un portavoz de la presidencia estadounidense. El portavoz precisó que Bush fue informado del atentado cuando regresaba a Washington tras pasar 10 días de vacaciones en su rancho de Crawford (Tejas).
El presidente francés, Jacques Chirac, manifestó su "profunda indignación ante atentados tan sangrientos" como el de ayer en Tel Aviv y su condena "absoluta". En un comunicado, el presidente francés expresó "su compasión hacia las víctimas de actos tan abominables". "El terrorismo es inaceptable desde un punto de vista moral".
Por su parte, el jefe de la diplomacia alemana, Joschka Fischer, también condenó el doble atentado e hizo un llamamiento a la aplicación de un plan de paz en Oriente Próximo que acabe con "el círculo vicioso de la violencia". "El Gobierno alemán condena de la manera más enérgica los atentados horribles y criminales de Tel Aviv". "Ni el terror ni la violencia se pueden justificar apelando a un objetivo político", aseguró el ministro alemán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de enero de 2003