El domingo por la noche aparecieron galletas de fuel que contaminaron cuatro kilómetros de la playa de Esposende, en Portugal. Esta zona está próxima a la frontera con España. El fuel llegado por primera vez a las costas portuguesas, protegidas hasta ahora por los vientos del sur, estaba siendo analizado ayer para comprobar si pertenece al vertido del petrolero liberiano Prestige.
Las bolas que han aparecido tienen un diametro máximo de 10 centímetros. Los equipos de limpieza ya están trabajando para limpiar los cuatro kilómetros de costa afectado, y esperan concluir sus trabajos mañana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de enero de 2003