Acaban de saltarme las lágrimas. Un compañero de una multinacional de telecomunicaciones, ha venido a despedirse: después de 25 años dedicado a su empresa (dedicados de verdad, y era de los mejores en todos los aspectos), acaba de recibir la carta de despido.
Como él otros, con 15, 20 ó 30 años dedicados a su profesión, personas entre 40 y 50 años... todo es legal, todo "correcto", pero inmoral.
Vivimos en una sociedad que ha legalizado la inmoralidad de jugar con la vida de las personas. La empresa, el capital se mueve en ella como pez en el agua y a cada coletazo revienta miles de vidas en aras del beneficio. Un fuerte abrazo: Paco L., Pepe G., Pascual M., Raul G..
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de enero de 2003