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Acebes rechaza en Málaga cambiar las normas de seguridad en los calabozos

La comisaría ha pedido máscaras antigás y colchones ignífugos

El ministro del Interior, Angel Acebes, calificó ayer de "ejemplar" la actuación policial durante el incendio del calabozo de la Comisaría de Málaga, ocurrido el 27 de diciembre y rechazó que haya que cambiar los protocolos de seguridad.Fuentes policiales señalan, sin embargo, que "se han pedido de urgencia máscaras antigás para disponer de ellas en los calabozos y se ha reiterado al Ministerio que envíen colchonetas y mantas ignífugas".

El ministro lamentó la pérdida de vidas humanas -el fuego ha causado de momento cinco muertos y tres heridos permanecen graves- y subrayó que fue el cabecilla de la expedición quien causó el incendio y que es "un error desviar la responsabilidad hacia la Policía". Acebes repitió que "los inmigrantes iban dirigidos y manipulados por una organización que trafica con seres humanos, que les hacen desaparecer toda documentación y les invitan a mentir sobre su identidad". Añadió que en el grupo "casi todos mintieron sobre su identidad y nacionalidad".

Este extremo fue ratificado a este periódico por representantes de Málaga Acoge: "En Ceuta la red mafiosa les retiró los pasaportes y los documentos de identidad marroquí". El ministro explicó que "la primera prioridad del policía que estaba en los calabozos fue abrir la puerta y sólo después acudió a por un extintor". Acebes llegó a decir en un momento que "funcionaron los extintores", aunque este extremo no se corresponde con las declaraciones previas de todas las fuentes gubernamentales, policiales o municipales. En todo caso, el ministro destacó que "el policía fue agredido con una manta incendiada y actuó con riesgo para su vida, evitando una catástrofe mucho mayor y resultando lesionado".

El ministro, que asistió a firma de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Málaga, declaró que los policías reciben cursillos sobre extinción de incendios en su escuela. Sobre si sería conveniente cachear a las personas que ingresan en los calabozos, dijo que "se hace, pero al no tratarse de delincuentes, sino de inmigrantes que van a ser devueltos, no se hace un desnudo integral".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de enero de 2003