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La investigación parlamentaria, en dique seco | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

La Generalitat y la Xunta se pelean tras el veto a tres barcos catalanes

La Generalitat de Cataluña acusó ayer a la Xunta de Galicia de "hacer juego político" con los tres barcos anticontaminación que el Gobierno catalán fletó desde Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) el pasado 3 de enero para ayudar en las tareas de limpieza del fuel vertido por el Prestige. La Xunta ha variado el destino final de las embarcaciones hacia A Coruña, les impide atracar en las Rías Bajas como estaba previsto y así evita que actúen en localidades gobernadas por el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), con la excusa de que los barcos podrían introducir el mejillón cebra, una especie colonizadora del río Ebro, y causar daños medioambientales.

Tanto la Generalitat como los diferentes técnicos consultados tildan este motivo de "surrealista y sin base científica", dado que el molusco se desarrolla sólo en agua dulce y no hubiera resistido el viaje por mar.

El director general de Pesca catalán, Hernán Subirats, utilizó ayer un tono airado para referirse a la prohibición de la Xunta de que los tres barcos atraquen en Vilagarcía de Arousa y los obligue a dirigirse a A Coruña, "sólo puede entenderse como fruto del enfrentamiento político con el BNG". Subirats aseguró que la Xunta estaba informada del viaje de los tres barcos y que fue el gabinete de crisis presidido por el vicepresidente primero de Gobierno, Mariano Rajoy, el que les dirigió en un principio a las Rías Bajas. "Si nos hubieran dicho que hacíamos más falta en A Coruña, perfecto, pero no de esta manera, que explican muchas cosas de lo que ha pasado allí arriba".

El consejero de Pesca gallego,Enrique López Veiga, envió una carta a su homólogo catalán en la que afirmaba que "no parece conveniente" la entrada de embarcaciones procedentes de zonas próximas a las de la propagación del "mejillón cebra" en puertos de las Rías Bajas, y sugería otro puerto base con un carácter "más oceánico".

López Veiga pidió incluso que el director de Marina Mercante diese las órdenes oportunas para que los buques no recalasen en las Rías Bajas. El consejero insistió en que la entrada del "mejillón cebra" en esas aguas podría causar "un problema medioambiental de primera magnitud".

Prohibición "infantil"

El consejero de Pesca, Josep Grau, tildó la postura de la Xunta de "infantil" y añadió que se pone trabas a los barcos "porque no ha gustado que respondamos a ayuntamientos del BNG".

Uno de los mayores expertos en la plaga del mejillón cebra, Cristian Ruiz Altaba, biólogo y técnico del departamento de Medio Ambiente de Baleares, aseguró ayer que "no existe ni una posibilidad que los barcos transporten el molusco". Altaba equiparó la decisión de la Xunta a "prohibir la entrada de barcos procedentes de Noruega por si llevaran pingüinos pegados al casco".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de enero de 2003