No voy a decir aquí porqué la guerra que los EE.UU. están preparando contra Iraq, sea cual sea el resultado de los inspectores de la ONU, es absolutamente rechazable. La inmensa mayoría de los ciudadanos vascos así lo creen. Cada uno tendrá sus matices, dará más importancia a un aspecto o a otro, a un motivo o a otro, pero la conclusión es clarisima: No a la guerra.
Por su parte, todas las fuerzas políticas y sociales, comenzando por el Gobierno Vasco y exceptuando al Partido Popular, han expresado su rechazo a la guerra que se está preparando.
Pero siendo esto así, ¿cómo es posible que si se convoca alguna manifestación, tan solo sean unos cientos de personas las que acudan a ella?.
La más que previsible guerra exige una respuesta por parte de la ciudadanía mundial, única forma posible de pararla, empezando por la norteamericana. Desde Euskal Herria, los responsables políticos tienen también la obligación de decir no a esta guerra, sin limitarse a firmar unos comunicados de prensa o incluso a poner su firma en una convocatoria de manifestación donde no se hace ningún esfuerzo por "arrastrar" a su militancia y a sus votantes. Partidos como el PNV, PSOE, Batasuna, EA, IU, etc., capaces de movilizar cada uno de ellos cuando les interesa, a miles de ciudadanos y ciudadanas, deben de pasar de las palabras a los hechos y convocar conjuntamente una gran manifestación. Deben permitir que este pueblo vasco que repudia la guerra contra Iraq, lo pueda decir alto y claro en la calle. De no hacerlo así, que no nos cuente "historias".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de enero de 2003