Recientemente se ha inaugurado, después de varios meses de obras, la ostentosa remodelación de la Glorieta Gabriel Miró de Orihuela, con un coste final varias veces superior al inicialmente presupuestado. No voy a entrar en este asunto, aunque quizás haya en él algún aspecto oscuro.
También recientemente, el PP votaba por fin en el Congreso de los Diputados a favor de la condena del golpe de estado del general Franco contra la República en 1936. ¿Qué tiene que ver ésto con la Glorieta de Orihuela?
En la Glorieta Gabriel Miró hay un monolito dedicado al general Franco, erigido en 1977, es decir, después de la muerte del dictador. En alguna ocasión se ha propuesto en pleno municipal la supresión de dicho monumento, si bien el PP, que gobierna este municipio con mayorías abrumadoras desde hace años, se ha opuesto siempre. Este monolito está cubierto de manchas de pintura, pintadas en contra del mismo... etcétera, pero el presupuesto de alrededor de 700 millones de las antiguas pesetas de la remodelación de la glorieta no ha alcanzado para limpiarlo.
Todo lo expuesto me sugiere varias preguntas: Si el PP de Orihuela es partidario de mantener el monumento, ¿por qué no lo ha limpiado aprovechando la remodelación de la glorieta? ¿no es incoherente que se deje preciosa la glorieta y no se limpie tan querido monumento? Si el PP ha condenado el golpe de estado de Franco, ¿por qué mantiene en un lugar público un monumento en su memoria? y, de paso, ¿qué explicación tiene que todavía haya calles importantes de Orihuela dedicadas a personajes prominentes de la dictadura de Franco?
Creo que el PP tiene que aclararse un poquito con estas cuestiones, y dar una rápida solución a esta incoherencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de enero de 2003