La posible ocupación militar de las fábricas de alimentos, mencionada por Hugo Chávez en un virulento discurso, fue respondida ayer por la oposición convocando para hoy a una nueva marcha sobre la avenida que lleva a la Comandancia General del Ejército. "Se merece una respuesta de calle", subrayaron sus portavoces. La desarrollada el pasado día 3 acabó en batalla campal y causó dos muertos y numerosos heridos.
La Cámara de Comercio Venezolana Americana llamó a sus afiliados nacionales y extranjeros a emprender acciones legales y diplomáticas de ejecutarse la intervención sin mandamiento judicial. La Cámara de Comercio salió también en defensa del empresario Gustavo Cisneros, gravemente inculpado por Chávez en un acto transmitido a todo el país en una cadena de radio y televisión.
El mandatario había advertido la tarde del viernes de que, "si tuviéramos que llegar al extremo de requisar los depósitos donde tienen acaparado el maíz o el arroz, yo lo voy a hacer". Rafael Alfonzo, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos, precisó: "La falta de gasolina y de gas nos ha hecho menos operativos en la distribución. (...) Nosotros no íbamos a utilizar como alimento del paro el hambre del pueblo". La arremetida contra Cisneros, uno de los empresarios más prominentes de América Latina, no fue tomada a la ligera por la Cámara de Comercio Venezolana.
"Hablé con Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas, y me preguntaba que qué pasaba en Venezuela, que estaba preocupado", había manifestado Chávez en un acto público celebrado a 200 kilómetros de Caracas. "Y yo le dije: 'En nombre del pueblo de Venezuela, que esté preocupado'. Y entonces me pidió que le explicara la situación". El ex teniente coronel la explicó así: "Aquí lo que hay es un grupo de terroristas, señor Kofi Annan. Aquí no hay una lucha democrática, no. Aquí estamos los hombres y mujeres de la democracia luchando contra una partida de terroristas y de golpistas y de fascistas". A renglón seguido, entre los vítores de los asistentes, agregó: "Y además le dije: 'por allá, por Naciones Unidas, muy cerca de las instancias máximas, anda uno de ellos, que es dueño de una televisora aquí y que se llama Gustavo Cisneros. Es uno de los más grandes responsables de lo que está pasando en Venezuela".
La reacción de la Cámara de Comercio fue de apoyo a Cisneros y a los empresarios en huelga desde hace 42 días, en exigencia de la renuncia de mandatario o elecciones anticipadas. Chávez afirmó que el propietario de Venevisión desea su muerte: "No presentó pruebas sino supuestos comentarios privados de nuestro afiliado", protestó Venamcham. "La Cámara repudia enérgicamente estos comentarios que, sin el debido proceso y en violación de la presunción de inocencia y de la libertad de expresión, exponen a un respetable afiliado al escarnio público".
El discurso del viernes fue rechazado también por la Coordinadora Democrática, que agrupa a los partidos y organizaciones sociales que promueven el paro. Los corresponsales y diplomáticos extranjeros, y los representantes de los organismos internacionales fueron invitados a observar la manifestación de hoy hacia el paseo de los Próceres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de enero de 2003