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Woody Allen vuelve a Oviedo

Si a Woody Allen te lo puedes encontrar con su bolsita de papel en la mano por las calles neoyorquinas de Manhattan, pronto te lo podrás encontrar con las manos en los bolsillos en la emblemática calle Uría de Oviedo. El que camina por las orillas del río Hudson es de carne y hueso; el que camine (es un decir) cerca del campo de San Francisco será posiblemente de bronce. Y es que el Ayuntamiento de Oviedo, muy agradecido por los elogios que el cineasta norteamericano le dedicó cuando visitó la capital asturiana para recoger el Premio Príncipe de Asturias de las Artes el pasado otoño, le va a dedicar un pequeño monumento. La estatua será realizada por el escultor avilesino Vicente Santarúa y se instalará en lo más céntrico de la ciudad. A sus pies se colocará una placa con la frase, que ya ha hecho suya publicitariamente el Consistorio, que el autor de Sueños de seductor pronunció durante su visita: "Oviedo es una ciudad deliciosa, exótica, bella, limpia, agradable, tranquila y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no existiera... Oviedo es como un cuento de hadas". Seductor también fuera del cine.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de enero de 2003