La Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) considera discriminatoria la ayuda de 100 euros mensuales que desde ayer pueden solicitar las madres con hijos menores de tres años que trabajen fuera de casa. Esta medida, incluida en el nuevo IRPF que ha entrado en vigor este año, establece una deducción de 1.200 euros anuales en la declaración de la renta que se presentará a mediados del año próximo o un pago anticipado de 100 euros al mes. La ayuda excluye a las madres que trabajan en casa, algo que ha merecido las críticas de este colectivo.
"Es una buena medida de apoyo a la familia, pero discriminatoria", señaló Isabel Ávila, presidenta de CEACCU. "Ha puesto en evidencia que todavía sigue sin considerarse mujeres trabajadoras a las amas de casa", añadió Ávila.
También el PSOE ve injusto que sólo las madres que cuenten con un trabajo fuera del hogar puedan solicitar la ayuda. El portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera, calificó de "gravemente injusto" el sistema que regula su acceso. Caldera argumentó que la medida deja fuera a las mujeres que no tienen empleo y aporta menos dinero a quienes no cotizan lo establecido por tener un empleo temporal o peor retribuido.
El secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez-Ponga aseguró en Onda Cero que en un futuro se estudiará extender esas ayudas a las amas de casa. En todo caso, Ponga manifestó su voluntad de seguir aumentando las prestaciones a las madres: "Yo creo que seguiremos en los próximos años aumentando las deducciones y los pagos directos a las mujeres que tengan hijos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de enero de 2003