Creo recordar que el eslogan de la propaganda electoral del PP durante los últimos años era algo así como "Claridad y transparencia", y aparecía el rostro del señor Aznar sonriente. Y mi pregunta es: ¿existe en este país esa claridad y esa transparencia que nos vendió este señor, cuando en el asunto del Prestige ha ordenado que apenas nadie pueda rendir cuentas y explicar nada en la comisión de investigación que se ha abierto?
Es sencillamente una vergüenza: aquí nadie habla, nadie dimite, nadie ha hecho nada. Es decir, aquí no ha pasado nada. Una vergüenza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de enero de 2003