Pete Townshend, guitarrista y líder de The Who, el influyente grupo de rock, fue detenido anoche bajo sospecha de "poseer y tomar imágenes indecentes de niños" e instigar su distribución. El arresto se produjo después de que agentes de policía británicos registraran durante cuatro horas su domicilio de Londres. Tras una hora y veinte minutos de interrogatorio fue puesto en libertad bajo fianza. El reputado músico, de 57 años y padre de tres hijos, reconoció días atrás haber accedido a un sitio de Internet con imágenes pornográficas de menores. Su acceso estaba limitado a suscriptores y, como miles de usuarios, Townshend dejó su rastro en los datos de su tarjeta de crédito y en su correo electrónico. El artista negó ser pederasta y justificó su acción en cuestiones personales relacionadas con su infancia.
"Creo que, entre los cinco y seis años, sufrí abusos sexuales por parte de mi abuela materna. No puedo recordar con claridad lo que pasó, pero mi trabajo creativo tiende a arrojar sombras desagradables, particularmente en Tommy", dijo el sábado en una inhabitual confesión. El protagonista de esta famosa ópera rock de The Who, de 1969, llevada al cine posteriormente, queda a merced de los abusos de un tío borracho.
Tres décadas después, Townshend intenta descifrar los capítulos más oscuros de su infancia, que incluirá en una autobiografía que viene preparando en los últimos siete años. La consulta de sedes de Internet con pornografía infantil forman parte del trabajo de investigación de su libro, según alegó en su residencia de Richmond, en Londres. "No soy un pederasta. Por el contrario, me alarma y enfurece la explosión de imágenes pederastas que se anuncian en Internet", añadió.
La redada policial en la mansión de Townshend forma parte de la mayor investigación emprendida en el Reino Unido sobre el turbio negocio de la pederastia por Internet. Conocida como Operación Metal, abarca a unos 7.300 sospechosos cuyos datos personales se localizaron en el registro de la clausurada sede estadounidense. Desde el pasado diciembre han declarado 1.300 supuestos implicados británicos, entre ellos profesores, médicos, un juez, soldados y agentes de policía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de enero de 2003