Una taxista de 47 años murió atrapado en el incendio de su domicilio, en una urbanización de la localidad barcelonesa de Piera, después de haber rescatado de entre las llamas a su esposa y a su hijo, menor de edad. Las primeras hipótesis de la investigación apuntan a un cortocircuito como causa más probable del incendio.
El fuego debió de declararse de madrugada y sólo fue advertido por Manuel Molero López. Antes de que las llamas se propagaran por toda la casa, Molero tuvo tiempo de rescatar a su esposa y a su hijo. Sin embargo, el taxista entró de nuevo al chalet a recoger alguna cosa y fue cuando el techo se le desplomó encima. La mujer resultó herida leve y tuvo que ser atendida por un ataque de nervios, mientras que el hijo resultó ileso.
La estructura de la casa era toda de madera, techo incluido, circunstancia que propició una rápida combustión. El chalet quedó prácticamente reducido a cenizas. A pesar de que el incendio se declaró mucho antes, los bomberos no fueron alertados hasta las siete de la mañana. Una hora y media después habían extinguido las llamas. Entonces pudieron entrar en la vivienda y encontraron el cuerpo sin vida de Manuel Molero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de enero de 2003