La creciente beligerancia del Gobierno de Estados Unidos respecto de Irak ha forzado a los inversores a moderar sus planteamientos y los mercados de valores han echado el freno. La Bolsa española ha puesto fin a una serie de seis subidas consecutivas que tuvieron como base la capacidad de las empresas para mejorar sus beneficios en un entorno de concordia.
La reacción del mercado del petróleo, otra vez al alza a pesar de la decisión de aumentar la producción, ha hecho sonar las alarmas en los mercados de valores, en los que los inversores tienen mucho que perder con esta nueva vuelta de tuerca en la situación geopolítica.
El Ibex 35 cedió el 0,34% y el índice general de la Bolsa de Madrid el 0,30%, unos descensos muy moderados para un entorno que se mostraba mucho más dramático. París bajó el 1,24%, Londres el 1,53% y Francfort perdía el 1,49% poco antes del cierre, mientras que Wall Street ofrecía un recorte del 1,28% a media sesión.
Uno de los pocos argumentos económicos que se manejaba ayer en los mercados era el de los resultados de Intel, que serán menores de lo esperado y que ponen una sombra de duda sobre la capacidad de recuperación de los beneficios empresariales en el sector tecnológico.
En el mercado español, además, se empieza a vivir el primer vencimiento de futuros y opciones de este ejercicio, con una importante rotación de contratos al vencimiento de febrero y el consiguiente desinterés de los inversores por un mercado que se presenta un tanto apagado en cuanto a las operaciones de contado.
La contratación en el Mercado Continuo fue ayer de 2.246,23 millones de euros, con algo menos de 400 millones procedentes de operaciones institucionales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de enero de 2003