Un joven de 23 años acusado de violación murió el lunes pasado en la ciudad ecuatoriana de Cayambe, al norte de Quito, a manos de una turba que lo sacó de su celda para ajusticiarlo. Según informó ayer el diario El Universo, de Guayaquil, varios hombres ataron al acusado y, tras golpearlo con palos y piedras, lo rociaron con gasolina y le prendieron fuego. La policía consiguió rescatar al joven, identificado como Mario Quiñónez, de 23 años, y trasladarlo al hospital. Sin embargo, la multitud entró en el centro médico, sacó al acusado y lo remató en plena calle.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de enero de 2003