Si los medios de comunicación instalan sus cámaras en la Travesía Industrial del barrio de Bellvitge, en los tres semáforos que hay seguidos junto a la gasolinera Ultra, en breves días tendrán una noticia fresca y morbosa.
Desde hace más de un mes, los tres semáforos que hay para cruzar el barrio, no funcionan. No es que vayan a días, sino que no están apagados desde hace mucho.
Por allí, puedo asegurar que pasan cientos de coches a toda velocidad, sin respetar el paso de peatones que hay. Parece ser que la Guardia Urbana y los agentes del Cuerpo Nacional de Policía están ciegos ya que por allí pasan a diario varias patrullas, pero claro... van en coche.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de enero de 2003