La conferencia de los socialistas, dividida en cinco grupos de trabajo, aprobó ayer las 25 propuestas básicas que servirán de eje para la campaña electoral. El debate, presidido en estos grupos de trabajo por los cinco presidentes autonómicos del PSOE que se presentan a la reelección, no llegó a corregir prácticamente ninguno de los puntos ya propuestos, aunque se avanzaron ideas que podrían desarrollarse más adelante. Por ejemplo, la posibilidad de que las mujeres cobren un subsidio similar al propuesto por el PP para las amas de casa, de 100 euros mensuales, pero por el hecho de ser madres.
Precisamente uno de los asuntos que más debate provocó fue el de la conciliación de la vida familiar y laboral. Ahí tendría que residir, para los socialistas, el cuarto pilar del Estado de bienestar, que el PP, dicen, está desmantelando. Si hasta ahora estaban la educación, la sanidad y las pensiones, el PSOE quiere añadirle una red universalizada de servicios sociales, que incluyan asistencia para quienes tengan mayores a su cargo o hijos pequeños.
Otras promesas del PSOE se basan en los dos asuntos básicos que han centrado sus iniciativas en los últimos meses: la seguridad y la vivienda. En la primera, tras las críticas de rigor a la "propaganda" del PP que anuncia medidas que no puede cumplir, el PSOE sostuvo que la única solución pasa por prevenir, y no por reprimir. Por eso se comprometen a desarrollar medidas contra la marginalidad. Ésta es la única manera, en su opinión, de reducir las cifras de la delincuencia. También se centrarán en un asunto que, dicen, el PP ha olvidado: la atención a las víctimas del delito. Especialmente mujeres maltratadas. Se comprometen a ampliar el número de personas que se beneficiarán de las redes de ayuda a estas mujeres.
En cuanto a la vivienda, asunto estrella del PSOE en los últimos meses, y que depende en gran parte de comunidades y ayuntamientos, los socialistas sí tienen promesas concretas. El 50% del suelo público allí donde gobiernen los socialistas será dedicado a vivienda protegida. Y nunca se podrán utilizar esos terrenos propiedad de las Administraciones para algo que no sea instalaciones para la comunidad -deportivas, residencias, par-ques- o vivienda protegida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de enero de 2003