José María Aznar reivindicó ayer para el PP el espacio del "centro reformista", tras varias semanas de ofensiva política basada en el endurecimiento de las leyes para combatir la pequeña delincuencia. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, replicó que el "centro" del PP consiste en "perseguir" a los que protestan contra su política, en alusión a la decisión del fiscal general del Estado de abrir diligencias contra Nunca Máis.
MÁS INFORMACIÓN
A poco más de cuatro meses de las elecciones autonómicas y municipales, populares y socialistas celebraron actos públicos en Madrid para lanzar sus respectivas ofertas electorales. Aznar, que el domingo sorprendió a los suyos con el anuncio de que irá en el último lugar de la lista del PP al Ayuntamiento de Bilbao, proclamó ayer que su partido es el único capaz de garantizar la estabilidad y cohesión territorial de España. "Una España fuerte", agregó, "sin guetos culturales", cuya concepción comparte la mayoría de los españoles.
Por su parte, Rodríguez Zapatero, flanqueado por los presidentes y candidatos autonómicos socialistas, propuso avanzar en el Estado autonómico para profundizar en los "derechos sociales" de los ciudadanos y conseguir "más igualdad entre los españoles", al margen de la comunidad autónoma en la que vivan.
La catástrofe del Prestige estuvo presente en ambos actos. Mientras que en la convención del PP el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, se presentó como una "víctima" del siniestro, en la conferencia del PSOE el líder socialista gallego, Emilio Pérez Touriño, aseguró: "Nunca máis nos resignaremos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de enero de 2003