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OPINIÓN DEL LECTOR

Mirar pero no votar

La semana pasada un grupo de 50 personas de origen magrebí residentes en Martorell visitó el Parlament de Cataluña. El presidente de la Cámara, el señor Rigol, les dirigió unas palabras sobre Cataluña y les invitó a "mantener cohesionado el país". Luego les entregó un pin de la institución. Pero, ¿para qué les pasean por el lugar que representa la voluntad política de Cataluña si no van a poder participar en la elección de sus miembros? Sin derecho al voto, no existen políticamente. Se tienen que conformar con un pin.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de enero de 2003