La meteorología es una ciencia reciente, los datos que disponen los científicos sobre precipitaciones en algunos casos no superan los 50 años de antigüedad. Sin embargo, gracias al trabajo de un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante, que dirige el profesor de ecología Josep Raventós, están logrando reconstruir las variaciones climáticas de las distintas comarcas valencianas en los últimos 150 años.
Para conseguirlo perforan el tronco del árbol y extraen un cilindro de un centímetro de diámetro que les permite conocer las diferentes secuencias climáticas. "Un análisis de estas coníferas nos permite saber si han sido años lluviosos o secos", comentó ayer el biólogo Martín de Luis, quien reconoció también la dificultad de esta técnica. "En años muy secos los aros que marcan la vida de los árboles apenas tienen grosor, y es difícil calcular con exactitud a qué año corresponde cada anillo", agregó.
El equipo de la Universidad de Alicante ha recogido información de bosques de 15 localidades distintas. En cada uno de ellos al menos se han realizado 80 extracciones diferentes, para conseguir un adecuado margen de fiabilidad. A modo de primeras conclusiones los biólogos confirman la variabilidad del clima mediterráneo y el constante descenso de las precipitaciones pluviométricas. El objetivo final del trabajo es poder elaborar una base de datos biológicos que permita establecer la dinámica de los árboles en los bosques y fijar los cambios climáticos registrados durante el último siglo y medio.
Según el equipo dirigido por Raventós este tipo de investigación se realiza en zonas de alta montaña, "pero es la primera vez que se centra sólo en el litoral mediterráneo", comentó Martín de Luis. Los bosques de pinos que se están analizando están en Guardamar, Crevillent, sierra del Maigmó, Villena, Penágila, Xàbia, Jalance, Enguera, playa de El Saler, Chelva, Morella y Oropesa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de enero de 2003