La renta variable española estrenó la semana con descensos en sus principales indicadores. La mañana comenzó con suaves subidas que poco a poco dieron paso a las ventas, aunque a lo largo de toda la sesión la tranquilidad fue la nota destacada.
La ausencia de noticias económicas importantes y la falta de referencia de Wall Street, al ser día festivo, dieron como resultado una jornada en que los vendedores aprovecharon para recoger alguna que otra plusvalía generada en los últimos días.
El índice general de la Bolsa de Madrid finalizó con un descenso del 0,81%, mientras que el Ibex 35 bajó el 1,04%, hasta los 6.390 puntos. En el sector bancario, BBVA y SCH sufrieron un serio castigo con descensos del 2,2 y 1%, respectivamente, tras rebajar la recomendación Goldman Sachs. En el resto de las plazas europeas, los descensos también fueron la nota destacada, con caídas superiores al 1%. Londres se dejó el 1,1%; París, el 1,2%, y Francfort se mantuvo más moderada, con un 0,5%, una hora antes del cierre.
El volumen de negocio fue muestra de la clara ausencia de órdenes, tan sólo se contrataron 1.225 millones de euros, y fue el más bajo en lo poco que va de año.
En los próximos días, los inversores necesitan nuevas referencias que permitan seguir con la misma línea positiva que la iniciada para los mercados en el mes de enero, y muy especialmente para la Bolsa española. La publicación de resultados de empresas importantes será punto de referencia obligado, así como las incertidumbres geopolíticas.
En el mercado de divisas, el euro siguió ganando terreno al dólar y marcó un cambio medio en 1,0653 unidades. En deuda, el precio de los bonos volvió a subir, por lo que la rentabilidad de estos activos en su referencia a 10 años se situó en el 4,18%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de enero de 2003