El fracaso en el primer lanzamiento del cohete europeo Ariane 5 10 toneladas y la situación del mercado van a retrasar el desarrollo de una versión todavía más potente de este lanzador, ha dicho Antonio Rodotá, director general de la Agencia Europea del Espacio (ESA). La destrucción en diciembre del cohete, el primero capaz de poner en órbita geostacionaria una carga útil de 10 toneladas, por un fallo en el motor principal ha llevado a la creación de un grupo de trabajo en la ESA. Su primer informe, informa France Presse, subraya que, debido a la debilidad del mercado comercial de telecomunicaciones y teniendo en cuenta las diferentes versiones ya existentes del Ariane 5, no es necesaria una nueva versión prevista, que permitiría al cohete elevar 12 toneladas. "Las versiones actuales pueden ser utilizadas durante más tiempo del previsto", dijo Rodotá el pasado lunes.
Ariane es un programa europeo que la ESA encarga al Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia. Rodotá negó que la responsabilidad del fracaso del 11 de diciembre corresponda al CNES pero sí ha enviado una carta a sus directivos en la que manifiesta la necesidad de precisar "la relación formal entre la ESA y el CNES". Esta carta se suma a un informe oficial sobre la política espacial francesa en el que se reconocen fallos en el actual CNES y otro informe sobre la política espacial europea que hizo público ayer el comisario de Investigación Philippe Busquin. Todo ello permite aventurar que ha estallado una crisis en los lanzadores europeos, acosados actualmente por los estadounidenses Delta 4 y Atlas 5.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de enero de 2003