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Los partidarios de Chávez muestran su fuerza con una marcha multitudinaria sobre Caracas

Una persona resulta muerta y al menos 14 heridas por la explosión de un artefacto

El Gobierno venezolano dio ayer una demostración de respaldo popular y de organización política con una gigantesca manifestación en las calles de Caracas, en el día número 53 de la huelga general, en medio de una gran escasez de combustible y al día siguiente de haber anunciado un control de cambio. La movilización transcurrió pacíficamente, aunque por la tarde una persona resultó muerta y al menos 14 heridas en una explosión ocurrida en las cercanías de la concentración. No estaba claro si los afectados eran participantes en el acto político.

Cientos de miles de simpatizantes del presidente Hugo Chávez caminaron varios kilómetros para concentrarse en la céntrica avenida Bolívar. Los chavistas se mostraron eufóricos por la decisión que la víspera tomó el Tribunal Supremo de Justicia, que suspende temporalmente un referéndum consultivo sobre la renuncia del mandatario.

Hacia el mediodía, la avenida Bolívar, una vía de ocho canales y dos amplias aceras, lucía abarrotada del color rojo que usan los simpatizantes del proyecto revolucionario. Muchos más debieron buscar espacio en calles laterales. "Vine a defender a la industria petrolera y a apoyar al comandante Chávez en su lucha contra el golpismo y el fascismo", expresó María Torres, una maestra del oriental Estado de Sucre, quien viajó toda la madrugada para llegar a Caracas. Como ella, fueron decenas de miles los que vinieron de otros lugares del país, buena parte de ellos transportados por autobuses contratados por el partido gubernamental MVR o fletados por gobernaciones y alcaldías bolivarianas.

Otros llegaron desde los barrios, casi todos precariamente establecidos en las colinas que rodean la ciudad, enclavada en un largo y estrecho valle. "Bajaron los cerros otra vez, por eso los escuálidos están asustados", comentó Antonio Rivas, utilizando el apelativo que el presidente Chávez acuñó para referirse a sus opositores.

"Bajar los cerros"

El temor a que "bajen los cerros" es un trauma de los habitantes de los barrios de clase media y alta de la ciudad, que data de 1989, cuando se produjeron violentos motines populares con saqueos de comercios y centenares de muertos. Durante los días previos a la marcha de ayer, en muchos condominios de la ciudad los vecinos acordaron planes de contingencia para enfrentar posibles acciones vandálicas de los oficialistas. "Los medios de comunicación golpista les han metido en la cabeza que los vamos a asaltar y a robar. Si eso fuera así, a esta hora no quedaría piedra sobre piedra. Pero es falso, ellos son nuestros hermanos, nuestros compatriotas y pido para ellos un aplauso", dijo el presidente Hugo Chávez, en un emocionado discurso al atardecer. En ese mismo discurso, el presidente anunció la imposición de un control de cambios para el próximo miércoles.

Una de las consignas fundamentales fue "Limpieza en PDVSA", en reclamo de que sean expulsados de Petróleos de Venezuela los gerentes que paralizaron esta industria. El Gobierno está cumpliendo: ayer publicó una nueva lista de unos 500 despidos, con lo que el total ya se aproxima a los 2.000. También exigieron que el Gobierno aplique "mano dura" contra sus adversarios. Y eso parece ser, precisamente, lo que está haciendo, pues en horas de la madrugada, un contingente de la Guardia Nacional realizó una inspección forzosa del parque de armas de la Gobernación del Estado de Carabobo, a cargo de Henrique Salas Feo, del partido opositor Proyecto Venezuela.

La racha contraria a la oposición venezolana no se detiene. Además de suspender el referéndum consultivo sobre la renuncia del presidente Hugo Chávez, el Tribunal Supremo dictaminó que el artículo 350 de la Constitución, en el que se contempla la desobediencia civil, no puede emplearse como argumento para desconocer a los poderes públicos legítimamente establecidos. Esta norma de la Carta Magna aprobada en 1999 es el clavo ardiendo del que se han agarrado militares disidentes para rebelarse contra el Gobierno y algunos sectores de la oposición para invitar a los ciudadanos a no pagar impuestos. Con esta decisión, el Gobierno queda sin sustento el grupo de oficiales de la plaza de Altamira desde el pasado mes de octubre. El fallo, emitido por la Sala Constitucional fue unánime.

Mientras tanto, la decisión sobre el referéndum consultivo sera impugnada por el Consejo Nacional Electoral, pues "afecta la esencia misma de la democracia", según un comunicado leído por su presidente, Alfredo Avella.

Durante la tarde, una persona resultaba muerta y al menos 14 heridas al estallar un artefacto explosivo, posiblemente una granada, cerca del lugar donde discurría la manifestación chavista en Caracas. El número de personas afectadas por la explosión podía ser mayor, ya que muchos heridos posiblemente se desplazaron a los hospitales cercanos por su cuenta. Según las primeras informaciones, la persona fallecida pudo haber sido un indigente que se hallaba junto a la estación de metro donde explosionó el artefacto, al parecer camuflado en una bolsa de papel. Asimismo, se informó de que el estado de al menos uno de los heridos era "delicado" y que había varias personas detenidas como sospechosas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de enero de 2003