¿Para cuándo una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre el desastre del Prestige? ¿Es verdad que no se debatirá sobre el ataque de Estados Unidos a Irak aun cuando Aznar adora a Bush frente a la opinión pública española? ¿Qué otras artimañas propagandísticas se inventará el (des)Gobierno para distraer la atención de los contribuyentes? ¿Alguien está de acuerdo con las maniobras de persuasión y el talante arrogante de quienes mandan en este país? ¿Existe la democracia tras la mayoría absoluta?
Y podríamos seguir así, lamentablemente, hasta el infinito y más allá. Cuestión de sentido común.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de enero de 2003