La expedición de 118 pesqueros vascos y cántabros que zarpó hacia la llamada gran mancha de fuel del Prestige el jueves ha comprobado que puede contener entre 4.000 y 5.000 toneladas de chapapote y no las 3.000 toneladas estimadas originalmente. El dato fue difundido ayer por el consejero de Medio Ambiente cántabro, José Luis Gil. La mancha se encuentra a unas 116 millas al norte de Llanes (Cantabria). Gil añadió que los barcos regresarán cuando llenen sus contenedores de fuel y avanzó que el pronóstico meteorológico es bueno para hoy.
La comisión interdepartamental vasca no hará balance de las tareas de limpieza de la flota vasca en ese lugar hasta que regrese a puerto. Radio Euskadi informó, no obstante, de que los barcos se toparon con regueros de los que recogieron bolas de hasta dos kilos de hidrocarburo.
Mientras, los 37 barcos que rastrean la costa vasca recogieron ayer 30 toneladas de galipote. Además, localizaron cuatro regueros compuestos por fuel, algas y otros residuos. El mayor mide una milla y está a cinco millas al noroeste de San Sebastián. Los otros son menores, pero están más cerca. Hay uno a tres millas al norte de Sopelana; otro, compuesto por galletas de fuel, a una milla de Lekeitio y otro, de tortas consistentes, a una milla de Punta Lucero, junto a Muskiz, según informó una portavoz de la comisión interdepartamental.
En tierra, los operarios recogieron diez toneladas de fuel en las playas. La más afectada fue la de Itxurun, en Zumaia, donde recogieron 1,3 toneladas. En Guipúzcoa también hallaron 20 aves muertas y cuatro petroleadas, según la comisión, que no descartó que hoy lleguen más restos de chapapote a las playas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de enero de 2003