Los curiosos a quienes no les importe atragantarse con un susto o aquellos amantes de la decoración siniestra y los efectos especiales acaban de encontrar su paraíso en el restaurante Ghost Moon, de Alcorcón (en el centro comercial Opción de Parque Oeste).
Este nuevo establecimiento incluye estatuas que levitan y fantasmas acompañando al menú y hombres-lobo que merodean por las mesas o ataúdes que se destapan sin previo aviso, para ambientar las cenas. La escenografía y los efectos especiales forman parte del espectáculo que desarrollan seis actores de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD). Y, para que el público no se aburra, Ghost Moon propone cinco ambientes: desde la Plaza Central donde los rugidos de Lucifer pueden oírse hasta el Salón Ghost, que reúne a difuntos en torno a una chimenea y un ataúd, pasando por la sala El Cementerio, la de las Almas en Pena o el Réquiem Salón, con ambientación infernal.
El restaurante abre todos los días de 13.00 a 3.00 y no admite reservas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de enero de 2003