El que fuera secretario general del proscrito Partido Comunista de Filipinas durante la revuelta armada de los años cincuenta, Jesús Lava, falleció a los 89 años en Manila por una enfermedad pulmonar.
A principios de los años cuarenta del pasado siglo, Lava ingresó en el Partido Comunista, cuando éste ya se había fusionado con los socialistas filipinos y de cuya alianza nació el Ejército Popular Anti-japonés: la famosa guerrilla huk que durante la Segunda Guerra Mundial combatió a las fuerzas niponas invasoras. Lava combatió en sus filas y, tras la derrota de los japoneses e independencia de Filipinas respecto a Estados Unidos, fue elegido congresista por la Alianza Democrática (AD), una coalición gestada por el PC para frenar la Ley Bell, que permitía a Estados Unidos retener derechos de propiedad y mantener sus bases militares en Filipinas. Pero su oposición a la ley provocó su expulsión del Congreso bajo la acusación de terrorismo. En 1950, Jesús Lava se convirtió en el líder militar de la segunda guerra huk, año en el que centenares de comunistas fueron detenidos y asesinados. El nuevo secretario general del PC retomó una guerra de guerrillas que tenía como base social a miles de campesinos sin tierra. Lava fue detenido en 1964, para cumplir diez años y siete meses de cárcel.La dictadura de Ferdinand Marcos dio un impulso al PC y también a su brazo armado, el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), organizaciones que actualmente negocian la paz con el Gobierno filipino tras varias décadas de lucha armada.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de enero de 2003